Blog de Rafael Francisco Góchez.
El final de un cuento onomástico titula este espacio de conversación imaginaria. Las razones, si las hubiere, acaso se sospechen en su mismo desarrollo.
viernes, 16 de mayo de 2008
Música despertadora
Tengo tres despertadores y uno más de reserva: el primero, el televisor programado en Cartoon Network; el segundo, la radio en alguna emisora local de “24/7”; el tercero y más importante, mi reloj biológico (por si acaso, a veces programo la alarma del teléfono celular). Es así como últimamente lo primero que veo al abrir los ojos es a Tom y Jerry. Nunca fueron de mi especial gusto, pero debido a su cotidiana y madrugadora aparición he podido apreciar el esmerado arte narrativo de la música de fondo, cada una compuesta y ejecutada especialmente para cada episodio, en perfecta sincronización con cada movimiento, a un abismo de distancia de los fondos repetitivos, estándar y sin ninguna expresividad de otras caricaturas olvidables, de menos éxito, presupuesto e ingenio. Sin embargo, he detectado un creciente problema colateral: como disfruto mucho siguiendo la narración a través de su música, esto me lleva a cerrar los ojos y tener exactamente el efecto contrario al objetivo esperado: ¡el grave riesgo de dormirme de nuevo!
Jaja! Que fatal volverse a dormir x)
ResponderEliminarBueno también es excesivo tener tres y casi cuatro despertadores :|
Pero hurra por Tommy y Jerry, inolvidables casi "clásicos".
Ups... pequeño detalle. Hmm ¿a qué horas se levanta/trata de levantarse?
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