Blog de Rafael Francisco Góchez.
El final de un cuento onomástico titula este espacio de conversación imaginaria. Las razones, si las hubiere, acaso se sospechen en su mismo desarrollo.
sábado, 20 de septiembre de 2008
Acoso lácteo
Sí, la competencia es sana, si es sana competencia; sí, las tipas que ofrecen esta y aquella ventaja en el solidificado producto lácteo tienen empleo honrado y (espero que) prestaciones de ley. Sin embargo, ¿por qué atacar el acto simple de comprar una o dos variedades de queso de la marca comercial a que uno ya está habituado o la acción sencilla de contemplar las diversas ofertas y dialogar consigo mismo en paz, tranquilidad y sosiego, hasta encontrar la mejor opción? Uno tiene, entonces, que aprender y practicar el arte de decir “¡no, gracias, no, gracias, no!” así rapidito, mientras trata de localizar a toda prisa el queso de costumbre y huir cuanto antes, ante la casi multitudinaria presión del público.
Siempre de clavado Gochez, un saludo de un perico de la prom 93
ResponderEliminarOscar Flint
Jaja!
ResponderEliminarEsto es cierto ¬¬
las mujeres de los quesos son lo peor :@
Bueno... si uno es amante de los "quesitos" de muestra... no hay nada qué decir.
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