viernes, 24 de julio de 2009

Doble réquiem

¿Qué importa si científicamente está demostrado que no es posible para los humanos y humanas respirar la atmósfera de Marte? ¿Qué más da si es inviable imaginar que mil cohetes interplanetarios pudieran llevar, como enormes autobuses que se abordan en una parada casi espontáneamente, a cientos de miles de personas hasta el planeta rojo? Ray Bradbury no escribió sus “Crónicas marcianas” para demostrar cifras y datos, sino para enfrentarnos con nuestra propia naturaleza, esto es, la posibilidad de una conquista y colonización motivada por las cosas de siempre: ambición, escapismo, necedad, aventura... y los sueños de un universo distinto, aunque fallido. Ciertamente, su fuerza maestra es el aire depresivo y desesperanzado que impregna cada párrafo de los cuentos-capítulos de este bello libro, en donde casi la única posibilidad de trascendencia está en seres artificiales, y tras de cuya lectura uno acaba sintiendo compasión y cierta lástima... ¡por ambas razas!

1 comentario:

  1. Se perfila como una interesante lectura :)
    Me hace referencia a "La máquina del tiempo" :')
    amé tanto ese libro :|

    ResponderEliminar

• Los comentarios pasan por filtro, no se publican automáticamente.
• Se considera un gesto de respeto el identificarse.
• No hay espacio para comentarios turbios o impertinentes.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.