Blog de Rafael Francisco Góchez.
El final de un cuento onomástico titula este espacio de conversación imaginaria. Las razones, si las hubiere, acaso se sospechen en su mismo desarrollo.
domingo, 30 de enero de 2011
Descubriendo la orilla azul
El pensamiento lúcido y los razonamientos estúpidos son inherentes al género humano y pueden brotar de nosotros en cualquier momento, tanto como de Don Quijote y Sancho Panza.
En la era de las TIC, el poder de censores y editores es cada vez menos determinante para que algo se conozca masivamente, sea lo que sea. Para bien y para mal, la vida útil de los filtros está expirando.
En consecuencia, una diferencia esencial entre nuestra época de la web 2.0 con respecto a la historia anterior de la humanidad es que nunca como ahora la trivialidad y la sosería han tenido tanta facilidad para publicarse, difundirse y esparcirse.
Oyendo / leyendo ciertas letanías de sandeces por unos y otros medios, uno se pregunta si realmente la majada está involucionando o si, habiendo sido así desde los siglos de los siglos, es hasta ahora cuando nos damos cuenta de la verdadera dimensión del problema.
Posdata: lo antes dicho eventualmente podría aplicarse también a este blog y su autor.