Desde que vi el trailer de "Cowboys & aliens" por Internet, la propuesta me llamó la atención: poner extraterrestres en western suena novedoso. Basada -como muchas- en un comic o paquín, esta película está bastante bien distribuida en las secuencias de batallas y pausas, guardando cierta distancia de las usuales producciones hollywoodenses, sin que por ello deje de serlo.
A partir del talante clinteastwoodiano rudo y silencioso que tiene el protagonista Daniel Craig, así como el primer papel de viejito explícito de Harrison Ford, el filme tiene momentos humorísticos destacables (el perro traidor, el reconocimiento del "patrón", las discusiones por el liderazgo), alguna frase interesante del personaje Meacham, el predicador (“God doesn’t care who you were. He cares who you are now”, prácticamente lo mismo que le dice Kuato-Sartre a Hauser-Quaid en "Total recall": "You are what you do. A man is defined by his actions, not his memory", punto de confluencia para que aporten creyentes y no creyentes) y un recordatorio sobre cómo los humanos asimilamos lo desconocido a partir de los esquemas previos ("¿Demonios? Bueno, no lo sé... Coinciden con la descripción, pero...").
Por supuesto que en este tipo de películas hay buena cantidad de situaciones predecibles: desde tanta mala puntería de los villanos y la buena de los héroes, hasta la gran explosión final con la que se salvará el mundo, además de Han Solo apareciendo en el momento oportuno para salvar a Luke Skywalker. Pero ubiquémonos: uno va a verlas para pasar un buen rato de aventuras, con alguna sorpresa incluida, y pecaría de necio y desubicado quien esperase otra cosa.
En conclusión: le doy 8 de 10, satisfecho de haberla elegido por sobre capitanes norteamericanos genéticamente modificados y guerreros intergalácticos en verde neón.