sábado, 27 de agosto de 2011

Buen híbrido

Desde que vi el trailer de "Cowboys & aliens" por Internet, la propuesta me llamó la atención: poner extraterrestres en western suena novedoso. Basada -como muchas- en un comic o paquín, esta película está bastante bien distribuida en las secuencias de batallas y pausas, guardando cierta distancia de las usuales producciones hollywoodenses, sin que por ello deje de serlo.

A partir del talante clinteastwoodiano rudo y silencioso que tiene el protagonista Daniel Craig, así como el primer papel de viejito explícito de Harrison Ford, el filme tiene momentos humorísticos destacables (el perro traidor, el reconocimiento del "patrón", las discusiones por el liderazgo), alguna frase interesante del personaje Meacham, el predicador (“God doesn’t care who you were. He cares who you are now”, prácticamente lo mismo que le dice Kuato-Sartre a Hauser-Quaid en "Total recall": "You are what you do. A man is defined by his actions, not his memory", punto de confluencia para que aporten creyentes y no creyentes) y un recordatorio sobre cómo los humanos asimilamos lo desconocido a partir de los esquemas previos ("¿Demonios? Bueno, no lo sé... Coinciden con la descripción, pero...").

Por supuesto que en este tipo de películas hay buena cantidad de situaciones predecibles: desde tanta mala puntería de los villanos y la buena de los héroes, hasta la gran explosión final con la que se salvará el mundo, además de Han Solo apareciendo en el momento oportuno para salvar a Luke Skywalker. Pero ubiquémonos: uno va a verlas para pasar un buen rato de aventuras, con alguna sorpresa incluida, y pecaría de necio y desubicado quien esperase otra cosa.

En conclusión: le doy 8 de 10, satisfecho de haberla elegido por sobre capitanes norteamericanos genéticamente modificados y guerreros intergalácticos en verde neón.

domingo, 21 de agosto de 2011

Revisando dioses y religiones

“God is not great, the case against religion”, de Christhoper Hitchens, es un libro al que más vale referirse por su título en inglés, donde el adjetivo “great” tiene la significación de “wonderful, first-rate, very good”. El argumento central de Hitchens es que las religiones y sus prácticas son, por decirlo suavemente, bastante menos edificantes de lo que se cree.

Una observación y precaución importante -ya con el libro entre manos- es entender que el autor, al igual que todas las religiones, ve a Dios y a la religión asociados en el mismo concepto: Dios sería lo que su religión establece, de ahí que el alegato contra una sea extensivo para el otro.

Al respecto de esta cuestionable unidad conceptual, habemos otros, en cambio, que vemos el debate sobre la existencia o no de Dios como algo esencialmente distinto del debate sobre las religiones, tanto así que si ese Ser Superior existe debe estar, francamente, muy a disgusto con no pocas de las doctrinas elaboradas, predicadas, manipuladas e impuestas en su nombre. El escritor católico José María Mardones lo expresa con otras palabras en el libro “Matar a nuestros dioses” (que actualmente leo en paralelo con los ensayos de Bertrand Russell): “Siempre habría que estar distinguiendo entre lo que es nuestra idea y representación de Dios y lo que es Dios”.

Ya en el desarrollo de los diecinueve capítulos, hay poco que refutar ante el mar de referencias filosóficas e históricas que el autor aporta. Particularmente, me sorprendió darme cuenta de lo fuertes que están y lo peligrosos que son los fundamentalismos en la época actual y en diversas partes del mundo (añadamos al recuento los recientes episodios de terrorismo religioso en Noruega y España), cosa que a veces quizá olvidamos por vivir en país donde -si bien pululan las prédicas torpes, literales, retrógradas y anacrónicas- en general se respetan los artículos 6 y 25 de la Constitución Política (libertad de pensamiento y libertad de culto), aunque hay ciertos sectores que arden en deseos e intentos por derribar el concepto del Estado laico.

Como ya indiqué en una entrada anterior, el capítulo dedicado al argumento del “diseño inteligente” fue el que más me llamó la atención, haciéndome dar una mirada retrospectiva a mis tiempos filosóficos de la UCA. El otro capítulo que ha motivado fuerte debate, y que previsiblemente desembocará en un próximo escrito, es el que cuestiona la idea -muy arraigada y generalmente aceptada- de que la religión hace que las personas se comporten mejor.

En síntesis, ha sido esta una lectura ilustrativa de una postura filosófica legítima que no obstante -vistos los fanatismos y cuadraturas mentales de una y otra índole- resulta imposible de recomendar para quienes claman por suprimir cualesquiera argumentos que sientan como amenazas para sus construcciones mentales.

lunes, 15 de agosto de 2011

Eclesiastés 1, 18.

“Mientras más se sabe, más se sufre”

Eclesiastés 1, 18.

Comento aquí tres interpretaciones de sentido.


La primera, incluida como nota a pie de página en la Biblia Latinoamericana, dice así: “La misma inquietud está presente en el mundo de hoy. Los promotores de la ciencia afirmaron que el progreso iba a liberar al hombre de todo mal. Nuestro siglo ha perdido esa seguridad: el desarrollo no es un camino a la vida fácil, el hombre es esclavo de su cerebro y de su ciencia, obligado a asumir las consecuencias cada vez más terribles. No puede detenerse, pero no sabe adónde va.”

En principio, tiene un ligero tinte retrógrado frente al pensamiento laico; sin embargo, lleva parte de razón al desconfiar de las promesas simplistas de redención del positivismo, las revoluciones y la acumulación de conocimientos y -en ellos- de poder.


La segunda expresa el contraste entre las expectativas morales de la persona contra la realidad circundante, vista de modo pesimista en su injusticias, degradaciones y sufrimientos. Conocer de cerca las miserias humanas y saberse radicalmente impotente para cambiarlas lleva inevitablemente al sufrimiento y la angustia. Por tal razón muchas personas prefieren cerrar ojos y oídos como un mecanismo de defensa y preservación de su estabilidad mental.


La tercera es la base de la prohibición de leer –fuera de lo oficialmente autorizado– en el mundo imaginado por Ray Bradbury en la novela "Fahrenheit 451", porque leer implica pensar. El escritor español Ignacio Gómez de Liaño la explica así: no solo es "por el esfuerzo que requiere el conocimiento (...) sino porque el que sabe algo más que los demás, el que es consciente de que sabe algo más, sufre porque los demás no lo saben, y sobre todo cuando descubre que los demás no están interesados para nada en eso."


¡Vaya dilema!

domingo, 14 de agosto de 2011

Con estrella y ahijada

Esta presentación de mi música en la voz de Sarita Cáceres en el programa "Viva la mañana" (3/8/11) contó con la presencia especial de mi ilustre ahijada Alejandra Marcela Ventura, acompañada en el baile de bachata por Nathan Ortiz. El antecedente es que Marcela -como ella gusta ser llamada- hizo la danza contemporánea en el video "no pro" que produjimos hace un año al lanzar "Con las rosas de mi suerte" pero desde entonces no había pensado en otra colaboración, sino hasta que platicaba con Guayo Quijano en la UCA después del tercer recital de "Balada Poética", comentándole que, para la próxima, pondríamos coreografía en escena, para enriquecer la experiencia estética.

La oportunidad de hacerlo en esta aparición televisiva tuvo todas las posibilidades de no concretarse debido, primero, a ciertos clics virtuales que no detallaré y, segundo, a una enorme y desesperante cola bancaria; sin embargo, ella y Nathan ensayaron por varias horas un día antes de la presentación para dejar todo listo: un baile que yo simplemente puedo describir como "gusanoso"... ¡y muy bonito!

domingo, 7 de agosto de 2011

Poderosos argumentos

No estoy seguro si fue en 1990 o 1991, pero sí ocurrió en el Auditorio de la UCA en uno de los primeros homenajes artísticos a los mártires. Allí presentamos esta canción con el grupo "Sinapsis", la cual quedó guardada hasta que en 2007 la retomé para mi recopilación personal "No hemos olvidado". Luego, en la Vigilia de los Mártires 2010 -de donde procede el material de vídeo, gracias a Audiovisuales UCA- la canté de nuevo, esa vez en un escenario más amplio. Ahora, aprovechando los recursos tecnológicos disponibles, he podido hacer este videoclip, utilizando además fotografías alusivas al tema. Espero que sea bien recibido.


Poderosos argumentos

© Letra: Rafael Francisco Góchez
© Música: RFG & Juan Carlos Carranza

Aunque su voz reposa tranquila
Y su memoria duerme callada
Aunque sus ojos cierra la noche
Con su respiración congelada

Lanza en medio del silencio
Poderosos argumentos
Como cuando el sol derrota a la noche

Aunque sus manos se han divorciado
De los papeles y las palabras
Aunque las balas han retirado
De su cerebro las nobles alas

Lanza en medio del silencio
Poderosos argumentos
Como cuando el sol derrota a la noche

Vivirá
en cada grito que rompa el miedo
vivirá
en cada paso contra la muerte
vivirá
en el esfuerzo del hombre justo
cuando la vida no llore mucho
cuando suene la palabra “libertad”