sábado, 11 de mayo de 2019

Mi "top 3" de películas de Pedro Infante

La televisión vespertina dominical en los años setenta no era otra cosa sino deportes con una semana de retraso (canal 4) y películas de Pedro Infante (canal 2). De ahí que los de mi generación seamos especialistas en filmes del célebre cantante mexicano; pues vimos no una ni dos, sino cinco o seis veces cada una de las cintas protagonizadas por el inmortal galán sinaloense.

Unos trágicos y otros cómicos, unos dramáticos y otros ligeros, aquella colección de largometrajes emitidos en blanco y negro evoca dulces memorias familiares, y en honor a ellas dejo aquí mi “top 3”, en ese orden de preferencia.


1. Escuela de vagabundos (1955)

Dirigida por Rogelio González y adaptada del guion de Jack Jevne (Merrily we live, 1938), esta comedia repleta de geniales pinceladas de humor blanco tiene la habilidad de divertir siempre, así sea la primera o la décima vez que uno la ve.

Es curioso que los personajes menos cómicos sean precisamente los principales: Alberto medina (Pedro infante) y Susana Valverde (Miroslava); sin embargo, esto tiene perfecto sentido por el contraste con las hilarantes actuaciones de los demás personajes, especialmente del mayordomo Audifaz (Eduardo Alcaraz) y don Miguel Valverde (Óscar Pulido).

Mi escena preferida: primero Audifaz y luego don Miguel, abriendo un armario del cual cae una lluvia de objetos absurdos.


2. Los tres García (1947)

Dirigida por Ismael Rodríguez, esta especie de comedia dramática tiene todos los ingredientes de la idiosincrasia rural mexicana: desde el orgullo regional, familiar y nacional del macho hasta el matriarcado; pasando por los estereotipos sociales, la religión y el malinchismo. Todo ello está hábilmente mezclado en una crítica bastante sana, sin amarguras y frecuentemente con afán festivo.

Si bien Pedro Infante (en el papel de Luis Antonio) ocupa el encabezado en el reparto, su intervención está bastante equilibrada en tiempo y presencia escénica con las de Abel Salazar (como José Luis) y Víctor Manuel Mendoza (como Luis Manuel), para hacer el trío de primos que rivaliza por el amor de su prima Lupe (interpretada por Marga López). Sin embargo, es la presencia escénica de Sara García la que le da jerarquía al filme.

Para mí, la escena más memorable es cuando los tres García cantan el Ave María de Schubert, en la misa dominical de aquel pueblito.


3. Pepe El Toro (1953)

También dirigida por Ismael Rodríguez, esta es la última entrega de la trilogía trágica iniciada por “Nosotros, los pobres” y “Ustedes, los ricos”. Tras un interminable rosario de amarguras y desgracias propias y ajenas, en esta película Pepe finalmente encuentra su momento de gloria y una redención simbólica a través del boxeo, no sin antes haber perdido todo lo que un ser humano puede perder.

Aunque el personaje secundario de Evita Muñoz "Chachita" y Fernando Soto "Mantequilla" pegaron fuerte en el gusto popular, y aparte de las risas y lágrimas que esta película sigue provocando, son las tomas y expresiones del narrador de la última pelea del Torito (¿Julio Sotelo?), las que me resultan más simpáticas.