miércoles, 29 de febrero de 2012

De amenazas y fariseos

La defensa de la familia ha sido el argumento más enarbolado en la reciente campaña pro reforma constitucional promovida por varias organizaciones conservadoras y algunas recalcitrantes.

Creo que tal defensa es farisaica -es decir, hipócrita- viniendo de quienes viene.

Esa gente ve a las personas homosexuales como una gran amenaza para la familia. Se refieren, valga la aclaración, al modelo de familia nuclear ideal, tradicional: padre y madre unidos en matrimonio indisoluble, cuyas relaciones sexuales permitidas son únicamente con el fin de procrear.

No discutamos esto por el momento. Supongamos que esto es así y replanteemos la pregunta:

¿Son las personas homosexuales la mayor amenaza para la familia?

No.

En realidad, la mayor amenaza para la familia es el adulterio heterosexual.

Entonces, ¿por qué estos grupos emprenden una ruidosa y virulenta campaña contra la presunta amenaza de las minorías homosexuales y no contra amantes y queridas?

Simplemente porque la homofobia está fuertemente arraigada en la cultura local y además es reforzada constantemente por las prédicas religiosas mayoritarias; por lo tanto, la propuesta tiene aceptación pública, se pueden ganar adeptos y, sobre todo, se puede aprovechar electoralmente.

En contraparte, si conforme a lo que pregonan se les ocurriera proponer leyes penalizando el adulterio, sin duda alguna habría bastante rechazo popular y muy probablemente ellos mismos se estarían echando la soga al cuello.

Señoras y señores de las cruzadas contemporáneas: atacar así a grupos marginales para lavarse la cara es moralmente reprobable. Y no hace falta ser homosexual ni promover esta orientación para tenerlo claro.

Shakespereando

"Our revels now are ended. These our actors, as I foretold you, were all spirits, and are melted into air, into thin air. And like the baseless fabric of this vision, the cloud-capped towers, the gorgeous palaces, the solemn temples, the great globe itself, Yea, all which it inherit, shall dissolve. And, like this insubstantial pageant faded, leave not a rack behind. We are such stuff as dreams are made on; and our little life is rounded with a sleep."

The Tempest, by Shakespeare (act 4, scene 1).

Entre el documental y la película, "Looking for Richard" (1996)muestra la búsqueda del alma de un personaje, el deforme rey Ricardo III; cuya curiosa conexión con el gran público en tiempos más cercanos se realizó a través del Tío Scar en "El Rey León", de Disney.

La interpretación de Al Pacino es tan impresionante como para sentir auténtica repulsión y no obstante interés por conocer las motivaciones de tal abyecto ser, arquetipo de oscuros personajes que manipulan situaciones y personas para instalarse en el poder y defender su estatus como sea.

El detalle interesante viene dado por la incrustación de la cita de otra obra del autor, "La tempestad". El párrafo, si bien sacado de otro contexto, recuerda y medita -dentro de la filosófica característica del barroco- sobre la transitoriedad y la nada.

Dice así:

"Nuestra fiesta ha terminado. Los actores, como ya dije, eran espíritus y se han disuelto en aire, en aire leve. Y, cual la obra sin cimientos de esta fantasía, las torres con sus nubes, los regios palacios, los templos solemnes, el inmenso mundo y cuantos lo hereden, todo se disipará. E, igual que se ha esfumado mi etérea función, no quedará ni polvo. Somos de la misma sustancia que los sueños, y nuestra breve vida culmina en un dormir."

Aplausos.

¡Vade retro!

No tiene caso discutir con quien basa sus opiniones en la ignorancia y los prejuicios y, además, se aferra a creencias institucionalizadas que provienen de épocas antiguas en donde, precisamente, la ignorancia y los prejuicios eran la forma habitual de tratar con la realidad humana.

Aplicaciones y ejemplos contemporáneos de lo anterior hay muchos y de todo signo ideológico, mas en esta ocasión toca referirse a los cruzados que se nombran a sí mismos defensores de la familia, la moral y las buenas costumbres; los cuales, en semanas pre-electorales, han protagonizado una feroz campaña mediática para que se ratifique una reforma constitucional estableciendo que el matrimonio civil sólo pueda ser entre un hombre y una mujer “así nacidos”, como si el no hacerlo fuese a acarrear sobre el país el fuego y el azufre divinos.

En última instancia, cada quien elige en qué creer y está en su derecho; sin embargo, cuando esta gente no se contenta con instalarse en sus particulares universos de irrealidades y paranoias sino que, desbordada por falsos afanes moralizadores o delirios mesiánicos, trata de imponer sus obtusas visiones de mundo a la colectividad, es deber ciudadano alzar la voz y ponerles el debido freno, aunque no seamos homosexuales ni promovamos esa orientación sexual.

No voy a argumentar a favor de los matrimonios homosexuales. No tengo suficientes elementos de juicio, pues no he investigado mucho el tema, aunque supongo que en los países donde esto es permitido ha de haber estudios científicos con datos importantes y esclarecedores al respecto.

Sin embargo, en el caso de nuestro país es importante destacar que el Código de Familia, en su artículo 11, dice claramente que “el matrimonio es la unión legal de un hombre y una mujer, con el fin de establecer una plena y permanente comunidad de vida”. Ojo: la regulación sobre el tema ya existe, por lo que es oportuno preguntarse a qué viene la obsesiva pretensión de los sectores retrógrados por hacer una reforma constitucional en este sentido.

Luego hacer un mayúsculo esfuerzo de tolerancia para leer los artículos de opinión y declaraciones públicas que vomitan estos personajes, queda claro que su insistencia en esta reforma constitucional se fundamenta en diversos grados de homofobia, desde la más diplomática hasta la más enconada, la cual a su vez se nutre de prejuicios socioculturales profundamente arraigados en nuestra idiosincrasia.

Pero sean correctas o erradas, sensatas o estúpidas, si esas fueran solo convicciones personales para aplicarlas en sus vidas particulares, que les vaya bien con ellas y todos quedamos en paz. El problema y la consiguiente amenaza es que están en permanente campaña para convertir su agenda dogmática en leyes nacionales firmes "de una vez y para siempre" como espeta el vergonzoso comunicado de un partido de derecha. Y si se les deja, restaurarán hogueras para quemar herejes.

Posdata: en ► este enlace ◄ hay una síntesis de la postura profesional de la Asociación Americana de Psicología, siendo el dato más importante el entender que la homosexualidad ya no se considera una enfermedad, como en tiempos pretéritos. La Organización Mundial de la Salud de las Naciones Unidas también así lo acepta.

martes, 21 de febrero de 2012

El Chele Posada

Espero que esta foto cuente con el permiso del protagonista.

A la par de la casa que desde 1975 ocupó el Liceo Tecleño (empresa de mi padre ya en su local propio), vivía la familia Posada. Mercy y Tuty eran amigas de mis hermanas Delfy, Evelyn y Sylvia; mientras que Carolina y Luis Alonso (conocido siempre como “El Chele”) eran como de mi edad y compartíamos juegos y peripecias, entre las cuales estaban pillerías como saltarnos los muros de las casas contiguas nada más por no entrar por la puerta.

Los jefes de cada familia también compartían las afinidades propias de quienes buscaban cambios en la estructura sociopolítica de la época y, en ese sentido, también compartimos atentados de parte de los escuadrones paramilitares de la derecha recalcitrante, como las pintas amenazantes y una bomba en la casa de ellos, que también destruyó los vidrios de todas las ventanas nuestras.

El Chele Posada junto con (el más larguirucho que yo) Salvador Montoya y Quique Renderos eran hábiles jugadores de trompo y chibola, además de osados ciclistas extremos, virtudes que no me pertenecían pero tampoco impedían andar de aquí para allá pasando el dulce tiempo de infancia, aun en aquel contexto tan terrible.

En algún momento, todos coincidimos en el mismo colegio y fue en uno de esos recreos cuando vi por primera vez un dibujo hecho por el Chele. No recuerdo exactamente qué era, pero casi ninguno de los que allí estábamos hubiéramos alcanzado a creer que tal obra de minucioso arte fuera producto de aquel niño tan de nuestro grupo, de no ser porque en algún momento lo vimos trabajar, lápiz en mano. Estábamos estupefactos.

Años después, en la década de los ochenta, vi al Chele Posada haciendo camisetas con serigrafía en las afueras de la UCA, pero no fue sino hasta 2003 cuando lo reencontré a él y sus cuadros en Costa Rica, donde anduve por motivos ajedrecísticos. Allí pude apreciar el desarrollo de aquel talento en ciernes, ya en obras finamente trabajadas. Vi su estudio instalado en un hotel de cinco estrellas y me mostró uno de los diseños de colones ticos, que llevaba un dibujo suyo. Pues sí: ese era y es el mismo Chele Posada de nuestra infancia. Eso sí: el mayor contraste fue el vehículo destartalado, tan de él, en que anduvimos deambulando por San José en ese par de horas. ¡Un saludo, amigo!

jueves, 9 de febrero de 2012

Paradojas electorales en la Guanaxia Irredenta

Válidas para la elección de alcaldes y diputados/as de 2012

• Espaldarazo al enemigo

Si resulta electo diputado cierto militar de la derecha recalcitrante que se caracteriza por sus alocuciones belicistas, deformadoras y justificadoras de crímenes de guerra del pasado (con el ribete de la correspondiente inmunidad parlamentaria), este infame personaje tendrá que agradecerle al Presidente de la República -en teoría, de izquierda- por su inestimable colaboración publicitaria.

• Los terceros serán los primeros

De acuerdo a lo que marcan las encuestas, las decisiones legislativas en donde los dos partidos mayoritarios tengan visiones e intereses contrapuestos no se tomarán por la fuerza que cada uno tenga en particular ni tampoco por los entendimientos que entre ellos hagan, sino seguramente por la capacidad de “negociación” que tengan con un tercer partido-camaleón, a quienes les bastará con lograr unos cuantos curules (cuatro o cinco) para manejar el primer Órgano del Estado a cambio de prebendas y cargos estratégicos.

• Ya me caíste mal pero te necesito

Los del partido “revolucionario” que hace pocos días criticaban con creciente dureza las decisiones del mismo Presidente que ellos llevaron al cargo (a quien veladamente señalaban como traidor y vendido), ahora se suben al carro presidencial con el eslogan "dale más fuerza al cambio", mientras el mandatario también hace campaña.

• Inflando globos ajenos

Mientras más gente vote por la sola bandera de un partido, más influyente será el voto de quienes marquen sobre la foto de un candidato/a en particular, pues de este segundo conteo saldrá la lista final de quienes ocuparán los curules.