Quizá sería injusto decir que es más interesante la reseña de "Caín", de José Saramago, que el libro mismo... pero algo de eso hay. Lejos de las interesantísimas y demoledoras ficciones argumentables de "El Evangelio según Jesucristo", en este último libro del laureado escritor hay demasiadas reiteraciones en lo que está claro desde hace tiempo -a saber, los delitos de lesa humanidad consagrados en el Antiguo Testamento y atribuidos a Aquél- y poca sustancia en el asunto esencial, que es salvar a Caín, agudo y espinoso debate que apenas ocupa unas cuantas líneas, insuficientes para avalar o justificar el primitivo fratricidio. Así pues, para examinar con mayor fundamento el tema, es preferible releer el otro libro mencionado al principio, o bien... ¡volver a los nutritivos ensayos de Bertrand Russell!
miércoles, 29 de junio de 2011
lunes, 27 de junio de 2011
Foto inevitable
El que sabe hacerlas
Un frecuente motivo de sana discusión con mi cónyuge es mi manía de revisar el rating de las películas en Imdb.com antes de verlas, costumbre contra la cual ella reivindica la autonomía del propio juicio. Entre unas y otras argumentaciones, ocurre a veces que me pongo a ver alguno de los DVD que ella trae, ya sea de la mediateca, de préstamo, por recomendación o por simple entretenimiento. Tal fue el caso de "Changeling" (2008), titulada en español como "El sustituto", dirigida por Clint Eastwood y con John Malkovich en el reparto, nota de 8.0 en la mencionada web cinematográfica, propicia para poner a prueba los axiomas de que un buen director hace buenas películas y que hay actores que cuidan mucho su prestigio, seleccionando sus apariciones con buen criterio. Trátase, en efecto, de una buena película de suspense en donde hay ecos de otras obras del director, llamándome la atención la fuerte confianza en la acción civil como mecanismo de presión para lograr la justicia, algo que ya quisiéramos por estos lares plagados de contubernios y miserables politicastros.
domingo, 19 de junio de 2011
La misma (buena) horma
El director Duncan Jones nos ha entregado dos excelentes películas de ciencia-ficción: “Moon” (2009) y “Source Code” (2011), ambas muy buenas y que –como tales- no fueron exhibidas en las salas de cine locales. Aunque las historias son distintas, prevalece en ellas la misma estructura: un individuo sometido a cierta esclavitud en un mundo tecnologizado, si bien al servicio de buenas causas (un planeta ecológicamente viable a partir de energía limpia, en una, y el salvamento de millones de vidas, en otra). La trama consiste en el revelarse de la situación y el rebelarse contra ella, pese a las justificaciones del bien mayor que esgrimen los perpetradores. Aunque “Moon” es más original en la trama, “Source Code” es seguramente más espectacular; pero ambas merecen un destacado sitio en toda colección de películas meritorias.
miércoles, 8 de junio de 2011
Para pasar el rato
Su estilo de “best seller” demasiado notorio y los trillados personajes estereotipos son cosas innegables, pero me interesó el desarrollo de la trama, incluso en el último tercio del libro cuando se vuelve una mezcla de “Fight club” y “Psycho” con incrustaciones filosóficas y teológicas. Pero puestos ya en ese plano, son precisamente los dos últimos capítulos los que no terminaron de ganar mi aplauso, pues por una parte la reflexión sobre el bien y el mal queda bastante caricaturizada sin ofrecer ningún aporte, y por otra la opción final de “la chica” es demasiado hollywoodense (en cuanto inverosímil, sólo para satisfacer el happy end). Así pues, admito que el tiempo de lectura puesto en "Tr3s", de Ted Dekker, no resultó tortuoso como en otros casos y que cumplió bien su función para pasar el rato. Solamente.