(Y SON LAS MÁS IMPORTANTES)
En un contexto educativo bastante primitivo, año con año son más los colegios e institutos que viven una auténtica obsesión por demostrar su valía en la Prueba de Aprendizaje y Aptitudes para Egresados de Educación Media (PAES), destinando valioso tiempo y no pocos recursos para quedar entre los primeros lugares, “preparando” a sus estudiantes específicamente para dicho examen en vez de concentrarse en el desarrollo de las habilidades que marcan los programas de estudio (una de cuyas consecuencias naturales sería, precisamente, salir bien en la PAES).
Ahora bien: comoquiera que se entienda la nota obtenida en la PAES, lo cierto es que este examen no mide muchas competencias y destrezas planteadas como objetivos del proceso educativo. Esto se debe sencillamente a que es un examen de formato opción múltiple, el cual tiene limitaciones inherentes.
Menciono a continuación cinco cosas que la PAES no mide, en el caso particular de la materia Lenguaje y Literatura, habilidades que a mi parecer son las más importantes. Seguramente en las demás asignaturas habrá otras tantas.
- Expresión escrita
¿Cómo saber si un estudiante redacta con claridad, coherencia, pertinencia, ortografía y correcta puntuación? La única forma es poniéndolos a redactar, sea una breve monografía, un argumento, un informe, un currículum, un pensamiento literario, etc. Lo siento por los esforzados y bien remunerados especialistas que elaboran la PAES, pero aquí no hay opción múltiple que valga.
Cierto que en la PAES 2015 incluyeron un ítem de redacción, pero dudo mucho que este haya sido calificado: pedían 3 párrafos para ver puntuación, ortografía y claridad de ideas, pero fueron 87,500 estudiantes. Dedicándole 5 minutos a revisar cada redacción, se necesitarían 175 docentes trabajando 8 horas diarias por una semana, solo para esa pregunta. Evidentemente, la pregunta fue simbólica.
- Expresión oral
En los programas de Lenguaje y Literatura hay muchísimos contenidos y actividades orientados a desarrollar la expresión oral: desde la exposición, el debate, la entrevista y la disertación, hasta experiencias escénicas como la declamación y el montaje de obras teatrales, sin olvidar las incipientes producciones radiofónicas y videográficas. Obviamente, esto no cabe en una PAES como la nuestra.
- Comprensión lectora
Aunque muchos ítems de la PAES pueden responderse correctamente por deducción lógica (lo cual implica un buen nivel de comprensión lectora), esta prueba no evalúa la capacidad de un estudiante para comprender la idea o tesis central de un texto de cierta extensión (por ejemplo, un artículo de opinión, un texto literario narrativo o un libro), menos aún los argumentos en que se apoya el autor o las propuestas que sostiene.
- Creatividad
Uno de los ejes importantes de Lenguaje y Literatura es el descubrimiento y desarrollo de la propia creatividad, animando a los y las jóvenes a intentar expresarse a través de los diversos géneros literarios (prosa, poesía, drama, ensayo, narrativa, testimonio, etc.). Nada de esto está en la PAES.
- Gusto por las artes
Si algún éxito tendría que atribuírsele a un/a docente de Lenguaje y Literatura es, precisamente, haber despertado y cultivado en sus estudiantes el gusto por las artes, formando en ellos/as hábitos de lectura de obras literarias, así como actitudes receptivas como público frente a obras teatrales, musicales, cinematográficas, plásticas y de otra índole. No me imagino una prueba de opción múltiple que pueda medir esto.
¿Y entonces...?
Pese a lo anterior, no hay que despreciar del todo la PAES. La nota obtenida es un indicador de conocimiento de ciertos contenidos susceptibles de ser evaluados en ese formato, pero ojo: no lo es todo ni tampoco lo fundamental.
Posdata: me acomete un presentimiento aterrador (o conclusión intuitiva): si a las cinco habilidades aquí mencionadas nos atuviésemos, quizá los resultados numéricos serían aún peores que los actuales, ya de por sí magros (promedio nacional 5.41)… porque en la Guanaxia redactamos con las de batir lodo, confundimos ladridos con discursos y argumentos, todo lo que exceda a un párrafo nos parece demasiado complicado, preferimos plagiar y “versionar” antes que crear, y las artes nos las pasamos por donde ya saben.