El pasado 9 de octubre, me invitaron al programa “Viva la Mañana”, la principal revista televisiva de TCS, a hablar sobre El Quijote, con ocasión de conmemorarse el bautizo de Cervantes. La tertulia transcurrió de forma amena y creo que cumplió con las expectativas, y aunque otras veces ya había estado yo en ese y otros canales por asuntos artísticos -la mayoría musicales y otras menos, literarios- esta fue una ocasión muy especial. ¿Por qué? Pues, primero, porque nunca antes había ido a la TV en mi condición de docente. Y segundo, porque nunca antes me habían invitado, en el sentido estricto de la palabra.
Me explico: en el contexto local, salvo seres políticos de fama imprevista e inmerecida, generalmente es uno mismo quien contacta con los productores de los programas para ponerlos en conocimiento de las actividades que realiza; y si uno tiene suerte, ellos toman nota y dan el espacio para que uno llegue. Así pues, técnicamente es una auto-invitación. Y uno agradece el gesto, sí, pero no es lo mismo que atender una solicitud espontánea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario