“A new dog is not a replacement dog, but a new friend. The new companion may look and sometimes act like the one you've lost, but in their own way. They will prove themselves unique and will soon fill the void in a way that is truly their own.”Me adhiero totalmente, con la prueba viviente en casa desde hace una semana: Friso, un cachorro dachshund -como Largo, su difunto predecesor- pero cuya caninalidad se va revelando distinta, tanto como su proceso de adaptación y los ojos con que lo vemos, aun cuando la función que desempeña es estructuralmente análoga dentro de la manada (entiéndase, la familia).
Esperamos que este animalito y su próximo compañero Titanio (que vendrá en un par de semanas) se beneficien de la experiencia acumulada por nosotros durante la docena de años anteriores, tanto en el afecto como en la mano dura, imprescindible para la armonía en el mundo natural, pues la idea es que nosotros los amaestremos a ellos... ¡y no ellos a nosotros!
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