Anoche estuvimos en "La casa alegre", hostal, residencia artística y tiendita del arte ubicada en el pequeño municipio de Alegría, Usulután. Llegamos allí invitados por Paola y Memo, nuestros anfitriones artistas, para hacer una hora de música y poesía, con mis canciones y los textos del poeta Rafael Góchez Sosa, todo ello en la salita principal del local. La mayoría de asistentes fueron gente del lugar y en ellos, por primera vez desde que tengo memoria de escenarios, tuve a un público inmediato, sin la distancia que micrófonos y escenarios generan. Ello generó más nervios de lo acostumbrado, pero al final creo que solventamos la presentación con decoro.
Empero, sin quitarle su valor artístico, siento que esta visita es ya especial en la memoria debido al agradable ambiente del pueblito incrustado en las faldas del volcán Tecapa: un contexto bastante tranquilo, amable y acogedor, libre de los males más visibles que han deteriorado nuestras ciudades, con una especie de nostalgia viviente en donde uno puede, al menos por unas horas, descansar de verdad.
Nos faltó algo de tiempo para probar alguno de los sitios de comida que por ahí abundan, así como para caminar hacia la laguna volcánica. En compensación, llegamos hasta más allá de la medianoche platicando de esto y aquello, trajimos un par de plantas para que arraiguen en el jardín e hicimos algunos contactos de cara a posibles y futuras actividades en la zona oriental del país.
¡He aquí que ha nacido un recuerdo bonito... y alegre!
En la foto, Carmen y RFG con antenitas cortesía de Paola, mientras Memo brota de la ventana. Acompañan la escena el pintor Carlos Párraga y su amada.
3 comentarios:
Válgame, ver para creer. No sabía que erais amigos con C. Párraga. Y que fuerais tan lejos a departir.
Je: de hecho, nos conocimos allá.
chin pun pan tortillas papas....
para nosotros los alegres fue de lo más emocionate compartir esa doble fibra familiar de letras y melodías...
con super sobremesa de cuentos y pupusas...
Publicar un comentario