Que el menú de opciones de la vida no lo hace uno a su gusto es evidente. Lo triste es que también es verdad. Pongo aquí cinco cosas (como pude haber puesto diez o veinte) que son como en “El cuento de lo que quiero y no quiero”, de Salarrué, pues resulta que no me gusta...
... que para poder conducir un vehículo automotor en nuestras ciudades uno tenga que romper casi todas las leyes de tránsito.
... que para ejercer el derecho al sufragio haya que votar por uno de nuestros partidos políticos,
... que para escuchar el cuarto movimiento de la novena sinfonía de Beethoven uno tenga que soportar a los solistas operáticos que éste contiene,
... que para que la majada añore a su país se tenga que ir de él
... y que para ver a nuestra “selecta” de fútbol sin volverse adicto al masoquismo... ¡uno tenga que abandonar toda expectativa de triunfo!
jueves, 13 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario