Pocos años de coincidencias didácticas espacio-temporales y muchos años siendo referencia estética, autor de un magnífico guión didáctico ("De la sal y la rosa") que debería ser una película, más de una frase célebre sobre el trabajo y la condición de los y las artístas de por aquí (la anécdota de los cangrejos, sobre todo) y presunto protagonista de una célebre "zoca" (cuya ausente acepción de "acción de liarse a golpes" en el diccionario de la RAE prueba la inoperancia de la Academia Salvadoreña de la Lengua): tales son los buenos recuerdos de que doy fe y testimonio. En cuanto a las desaveniencias y críticas -que las hubo, y fuertes- sólo prueban que Don Paco, muy a su gusto, no fue de sustancia etérea, sino simplemente lo mejor que pudo en cuanto ser humano. Por eso, he aquí su epitafio, dicho y escrito por él mismo cuando recibió en 1995 el Premio Nacional de Cultura:
"Si en cuanto escribo y enseño existe algo de bueno, la obra es de Dios; yo acaso sólo soy... un esforzado instrumento."
3 comentarios:
Rafael que lamentable noticia. ¿tienes detalles sobre la funeraria y la inhumación?
saludos cordiales
Claudia Meyer
Este martes 11 a las 5:00 p.m. se oficiará una misa en la capilla de la UCA.
Me pregunto cómo sería Ud. de alumno... mi mamá me ha hablado de Don Paquito y sus clases excelentes de la UCA. Hace poco he descubierto "El país de donde vengo" ¡Y no me puedo desprender de él!...
Sí, he vuelto.
Elias
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