Francamente, yo creí que el periodismo y las sociedades latinoamericanas habían evolucionado lo suficiente como para superar ese viejo debate sin sentido acerca de los méritos de un escritor o escritora ponderados a partir de sus posiciones políticas o su signo ideológico.
Pero ya veo que no.
De todos los pseudo-cuestionamientos para la entrega del Premio Nobel de Literatura a Mario Vargas Llosa no he leído ni escuchado uno solo que ponga en duda la calidad de su obra, de la cual el único de por aquí que sé que podría escribir con cierta autoridad sobre el tema es el mero Napo, merced a su reciente lectura de la obra completa del mencionado escritor (con el mérito añadido de haberla hecho antes del dicho premio).
Por lo demás y hasta donde alcanzo a entender, la Academia Sueca galardonó al peruano por el conjunto de su obra literaria, cosa que hace décadas también debió haber hecho con Borges (que para eso lo que conceden se llama Premio Nobel de Literatura). No me vengan otra vez con los postulados del Realismo Socialista ni la "literatura revolucionaria", por favor. ¿O acaso creen que a Saramago lo premiaron en su momento por ateo y comunista?
Que si Vargas Llosa no es como García Márquez, "Amigo de la Revolución Cubana"... Que si profesa auténticamente el neoliberalismo y actúa en consecuencia (a diferencia de los y las intelectuales que dicen ser de izquierda mientras viven como auténticos "pequeño-burgueses", por decirlo en sus propios términos)... Todo eso quizá tenga algo que ver con que el tipo te caiga bien o te caiga mal, pero es completamente irrelevante al momento de juzgar el hecho importante, que en este caso es si escribe o no buenas novelas.
domingo, 10 de octubre de 2010
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6 comentarios:
Este es mi completamente subjetivo TOP FIVE:
1. "El Hablador"
2. "Conversación en la Catedral"
3. "La Guerra del Fin del Mundo"
4. "Travesuras de la niña mala"
5. "Historia de Mayta"
No me gustaron "La Casa Verde" (aunque al final mejora un poco) ni "Lituma en los Andes" (aunque es interesante de forma intermitente). "Paraíso en la otra esquina", por otro lado, SUCKS. Todo lo demás es, por lo menos, de agradable y muchas veces entretenidísima lectura.
Estoy completamente de acuerdo con Ud. La obra literaria de Vargas Llosa es impresionante y me alegra - como latinoamericana e hispanoparlante - que haya recibido este merecido reconocimiento; aunque sus ideas neoliberales no las comparto, pero: "al César lo que es del César". Yo creo que la gente simplemente, quizás, ha confundido el premio que le han dado: Señores, es el Nobel de Literatura! no el de la Paz...
Ud. califica de “pseudo-cuestionamiento” todo lo que ha leído; no obstante, seguido escribe que no ha leído ni escuchado uno solo que ponga en duda la calidad de su obra, entonces el custionamiento no es sobre su obra, por lo tanto no lo están valorando por lo único que Ud. considera importante: “que en este caso es si escribe o no buenas novelas.”. Esa valoración ya la hizó la Academia Sueca, y con mayor importancia los que le han leído. En este caso, sólo porque lo han premiado por su producción literaria: ¿Hay que abstraer únicamente el genio literario de la genialidad total del galardonado? No se puede preguntar o cuestionar: ¿al servicio de qué y quiénes está la genialidad del galardonado?, ¿Es esto separable?, ¿Menoscaba lo uno a lo otro? Pongamos un ejemplo hipotético: Su gran talento como escritor (no el de Vargas Llosa, sino el suyo) ¿Se vería anulado si Ud. fuera arenero?, ¿En la lucha ideológica del pueblo salvadoreño contra sus opresores, cree que el pueblo sólo haría de Ud. una valoración literaria o lo combatirían también ideológicamente?
Camilo, similares y conexos:
Si nos basamos en el servicio real o supuesto que prestan o dejan de prestar los y las artistas de cualquier género, época y color... ¡no queda santo con cabeza!, porque todos los sistemas económico-políticos existentes (reitero: todos) están infectados de los vicios que el poder y el fanatismo engendran, tanto más en cuanto mayor disidencia producen.
Un detalle interesante es que cuando estuvo en juego la propuesta política del personaje en cuestión y tuvo su veredicto en ese campo, esto no arrastró al precipicio a su obra literaria.
Finalmente, ¡me libren Dios y Satanás en vaca de sumarme como hueste de alguno de los partidos políticos locales! (que ya de esto escribí hace un buen rato aquí ► http://bit.ly/d1cCDB)
Mario Vargas Llosa merece el Nobel de Literatura y para los latinoamericanos debería ser un orgullo y una alegría ese triunfo.
Un artista no puede esclavisarse a un pensamiento único. Y tiene el derecho de tomar partido, cuando así lo desee, como cualquier otro ciudadano, de las ideas políticas que quiera.
La calidad de sus escritos es indiscutible y es por eso que lo han premiado; aunque no compartamos sus ideas, al leerlo nos daremos cuenta que no todo es blanco y negro, hay matices de colores, como todo en la vida.
Estimados Rafael y Óscar (no para similares y conexos, por elemental deferencia nombro a quienes me refiero), reflexionando sus respuestas, quizás no me haya explicado lo suficiente en mi comentario.
Primero, cuando me refiero al servicio de Mario Vargas Llosa, no hago una valoración si es bueno o malo; si es blanco o negro; ni pienso en descabezar santos actuales o pasados, me refiero a, que además de servir a los intereses de la literatura, sirve también a los intereses neoliberales.
Mucho menos he exhortado, ni me atrevería en un debate de tanta altura como este, a nadie a sumarse a ningún partido político local o planetario.
Por otra parte, hasta a los apasionados adversarios y enemigos de Mario Vargas les sería difícil desestimar su obra literaria, así que no entiendo por que el énfasis en que se merece el premio recibido.
Tampoco en mi comentario he coartado el derecho de nadie, mucho menos de un artista, de tomar posición política, de modo que todos y cualquiera, consciente o inconscientemente, haga lo que haga, diga lo que diga, escriba lo que escriba, toma una posición política. Y el debate precisamente es eso, debatir desde las posiciones o trincheras políticas.
Otro comentario curioso es el referido a que: “no todo es blanco y negro, hay matices de colores, como todo en la vida”, que tiene que ver también con lo expresado: “Finalmente, ¡me libren Dios y Satanás en vaca de sumarme como hueste de alguno de los partidos políticos locales! (que ya de esto escribí hace un buen rato aquí ► http://bit.ly/d1cCDB)”.
Tomar posición política en absoluto significa polarizar el mundo en blanco o negro, en buenos o malos, en corruptos u honrados, etc. Por ejemplo, en sus comentarios y reacciones a estos comentarios han tomado una posición política, y por eso no significa que no vean los matices y colores maravillosos de la vida.
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