Hay quienes sólo saben hacerse notar mediante la palabra injuriosa y artera, pudiendo ser vulgares incluso con lenguaje elaborado. Entrar en su dinámica no resolverá ningún conflicto, antes bien, te sumergirá en el cieno. No te puedes poner a discutir con una persona cuyo interés principal es ofender antes que debatir. La clave es darte cuenta a tiempo y poner tanta distancia como sea posible.