En Guatemala y Honduras protestan masivamente contra la corrupción, por lo que hay quienes sugieren (esperan) que esa ola llegará a El Salvador. No lo creo, mis estimados/as. Aquí ya pasamos por eso, no le tenemos fe a esas cosas. Hay protestitas molestas, sí, pero no protestotas que cambien rumbos. Lo siento. En este artículo de la Revista Factum les cuento el porqué.
lunes, 15 de junio de 2015
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