“Los Eclámpticos” fueron un grupo de música satírica, formado por cinco galenos y un abogado inspirados en algunas piezas humorísticas de Les Luthiers (esos maravillosos argentinos a quienes con más frecuencia de la esperada acabaron parafraseando).
Musicalmente, los hilarantes doctores locales eran bastante básicos y tampoco construían novedosos instrumentos. Sus piezas eran casi todas al unísono, con pocas armonías vocales, y acomodaban la métrica de las letras al ritmo casi a martillazos; sin embargo, con eso les bastó para tener su cuota de éxito en la Guanaxia Irredenta, especialmente con la horrorosa pieza “El corrido de la cama” (cuyo remix a cargo de “Los Cocodrilos” se dejó escuchar hace no mucho).
Con todo, hay que reconocer que tuvieron dos o tres ideas ingeniosas y hasta divertidas.
Su primera canción famosa fue la “Samba não sai”, y he aquí el motivo de esta entrada.
La historia de la canción es que Ludwing van Chichelmilsup, un ficticio compositor (versión tercermundista de Johann Sebastan Mastropiero), quiere hacer una samba, pese a no haber viajado nunca ni conocer las peculiaridades o motivaciones de este género.
Las estrofas se repiten monótonamente una a una, contando fracaso tras fracaso hasta que, al final y en un acto desesperado, el protagonista menciona la posibilidad inminente de compensar su frustración con medidas extremas.El caso es que en la versión en vivo de esta pieza (que tuve oportunidad de escuchar en el Aula Magna IV de la UCA, en los años ochenta), la estrofa en cuestión decía así:
♫ Pienso que para más tardetendré lista mi bella sambinha.Si no lo hago pronto, yo me suicidoo me masturbo hasta quedar sin sentido.
Seguramente alguien (el asesor de imagen o el productor del disco) pensó, con cierta razón, que esta letra no pasaría la censura radial, así que modificaron el último verso, el cual quedó de la siguiente manera:
♫ ... o huelo pega hasta quedar sin sentido.
Resultó entonces que no podía lanzarse al aire una broma sobre la masturbación, que es una actividad inocua, pero sí se pudo hacer con el acto de oler pegamento de zapatos, que es una actividad adictiva terriblemente perjudicial para la salud.
En este enlace al Portal Las Drogas pueden ver los devastadores efectos que provocan este tipo de inhalantes, daños progresivos y e irreversibles que destruyen vidas.
La "corrección" de la letra fue hecha usando un criterio moral entre ignorante, bayunco y ridículo... porque broma intencional no creo que haya sido.