domingo, 4 de junio de 2023

La música evangélica


El Salvador, al igual que los demás países de América Latina, ha sido tradicionalmente católico; sin embargo, a partir de la segunda mitad del siglo XX el avance de las iglesias evangélicas en la región comenzó a ser cada vez más importante, fenómeno que no fue únicamente religioso sino también político.

Comoquiera que haya sido, el hecho es que para 2004 la proporción entre católicos y evangélicos en El Salvador era de 55 a 29 por ciento; pero en 2023 un nuevo estudio de LPG Datos reveló que los porcentajes estaban igualados en 38 % para cada sector. Dicho en otros términos: en solo dos décadas, el catolicismo disminuyó 17 puntos porcentuales y las iglesias evangélicas incrementaron sus fieles en un 9 %.

Si a lo anterior añadimos la observación simple de que a los templos católicos parece acudir mucha más gente de la tercera edad que jóvenes, en los siguientes diez años el porcentaje del rebaño católico podría bajar hasta una tercera parte de la población, mientras que los “hermanos separados” (como estos suelen llamar a los cristianos evangélicos) podrían ser el 45 % de la población.

Consultado el módulo de inteligencia artificial ChatGPT por las causas de este fenómeno, mencionó varios factores como el énfasis en la experiencia personal y la participación activa de los fieles en las iglesias evangélicas, así como su estrategia de proselitismo; todo lo anterior conjugado con el desencanto de varios feligreses por la Iglesia Católica, por causas que serían interesantes de analizar en otro artículo.

Personalmente, como observador no participante de la fe religiosa, creo que un factor importante en la pérdida de atractivo del catolicismo en beneficio de las iglesias evangélicas es la música. No me refiero a las expresiones más lamentables que se oyen en varios pequeños templos o comunidades católicas y evangélicas (que en ambos lados las hay, como evidencia de que Yahveh o Jehová no les concedió el don del canto), sino a las producciones mejor elaboradas.

Si tomamos como referencia a los cantantes cristianos evangélicos más importantes (Marcos Witt, Jesús Adrián Romero, Alex Campos, Marcela Gándara y Christine D’Clario, por mencionar algunos), vemos que ellos tienen un nivel musical muy por encima de los católicos, desde hace varios años. Si bien entre estos últimos podemos mencionar excepciones destacadas y reactivas (como Martín Valverde y Hermana Glenda), a nivel general está claro que la industria musical evangélica produce canciones mucho más atractivas; lo cual no es casualidad, pues detrás de ella hay un altísimo nivel profesional en las voces, los arreglos y la ejecución.

Si quieren verlo con ojos creyentes, digan que Dios evangeliza a través de la música; pero la diferencia entre la Iglesia Católica y las iglesias evangélicas en este punto ha sido cuestión de astucia y marketing... con o sin asistencia del Espíritu Santo.


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