Concluyó la ceremonia de beatificación de Monseñor Romero y de casi nada más se habló en el país durante la mañana del evento. Me llaman la atención cinco estampas que, de una u otra forma, reflejan la idiosincrasia del pueblo salvadoreño (para bien o para mal, usted evalúe). Helas aquí.
- Un halo solar… ¿milagroso?
A media mañana, coincidiendo con la inscripción de Romero en el libro de los beatos, se produjo un fenómeno natural bastante común, el "halo solar”. Como era de esperar, el pensamiento mitomágico de la población vio allí una señal divina.
Quien es creyente, ve milagros en lo que para los escépticos/as es solo una coincidencia, por lo que es prácticamente imposible convencerle de lo contrario.
Más allá de proseguir un debate sin claro puerto de llegada, me preocupa que la beatificación se convierta en un ritual demasiado cargado de elementos sobrenaturales, desencarnado de esas cosas del “más acá” que merecieron la atención del amado pastor.
- Una innecesaria cadena nacional
Faltando tres minutos para las diez de la mañana, un llamado a cadena nacional de radio y televisión interrumpió la transmisión en vivo del evento por parte de las estaciones de la Telecorporación Salvadoreña (TCS) y los demás canales que libremente retransmitían esa misma señal. Una vez establecida, la cadena procedió… a transmitir en vivo el evento por todas las radios y televisoras del país, así como los servicios de cable.
Sin la cadena, en cualquier rincón del país se podía sintonizar la ceremonia, con no menos de siete canales de alcance nacional disponibles. La cadena fue, en términos de cobertura geográfica, completamente innecesaria; pero en un sentido ideológico, fue incluso irrespetuosa para quienes sus creencias y sensibilidades (políticas y religiosas) les mantienen a cierta distancia de la figura de Romero. Respeto quiere respeto.
- ¿La descendencia "maldita"?
Una hora antes del inicio de la ceremonia, se vio a Roberto D’aubuisson hijo, alcalde de Santa Tecla, haciendo acto de presencia en el evento. La foto se volvió viral en redes sociales, con todo tipo de injurias para el hijo de quien la vox populi y la Comisión de la Verdad señalan como autor intelectual del magnicidio de Romero.
Repito, por si no se captó bien: “injurias para el hijo” del señalado.
No entiendo: son cristianos, predican el perdón y la reconciliación, están contra el racismo y la discriminación, se hacen llamar "progresistas"... pero atacan ferozmente a una persona a causa de las acciones atribuidas a su padre. ¡Arreglados estamos!
- Selfies en misa
No pocos clérigos regañan a sus feligreses por estar pendientes del smartphone durante las misas. Pues bien: en esta ocasión, pudimos ver a buena cantidad de sacerdotes haciéndose fotos durante la ceremonia y muy concentrados en mensajear a través de sus dispositivos. Comprendo la emociòn del momento... pero luego que no se quejen de estas costumbres populares.
- "Allá en el rostro de la Patria..."
No había terminado la ceremonia cuando Otto Meza, un genial caricaturista local, publicó esta imagen, a la que no cabe añadirle más palabras.
¿Qué tal eso?
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Posdata: sobre el significado de este reconocimiento institucional, está mi publicación anterior "Un santo más allá del catolicismo".
1 comentario:
Dice justo lo que debe ser dicho. Gracias.
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