Confieso que en el umbral de la adicción a Internet había dejado de ver películas desde hace meses (tengo varias en lista de espera), pero habiendo tomado conciencia del inminente problema, hoy apagué por un par de horas la computadora y me dediqué a apreciar esta laureada obra, "The King's speech": sobria, sutil, histórica y por momentos finamente divertida.
En el plano de los recuerdos personales, evoqué mi 2º grado de primaria en el Colegio "Champagnat", donde tuve de compañero de aula a un niño tartamudo hasta el extremo, cuya mirada reflejaba un terrible temor en cada intento por hablar, incluso para pronunciar su propio nombre (cosa de no extrañar teniendo el padre que tuvo: uno de los personajes más nefastos y temidos de la historia nacional). Aquel niño es ahora diputado desde hace varias temporadas y parece haber superado casi por completo ese problema, aunque se notan leves resabios.
Volviendo al filme, además de la interesante estrategia seguida por el tutor real, me llamó la atención cierto fresco y casi inadvertido alegato contra la "titulitis" (¡que hay casos en que vale más la experiencia!), así como un comentario del protagonista sobre lo buen orador que era Hitler y sobre todo que en la película hayan elegido música del genio alemán Beethoven como fondo dramático para el discurso en que se centra todo el filme: ¡nada menos que el anuncio de la guerra contra Alemania!
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