“Telecash” es un programa que se transmite en El Salvador por Canal 6, de TCS, desde hace unos tres años. Hacen preguntas y si el público tiene la respuesta puede llamar por teléfono para ganarse un premio.
El truco es que con el solo hecho de llamar o dar un número de teléfono móvil de referencia, y sin que haya un consentimiento explícito y a sabiendas por parte del usuario/a, automáticamente queda suscrito a un sorteo diario.
A partir de ese momento, le comienzan a enviar mensajes a su teléfono, con las siguientes características:
- Del remitente 76061 llega un código y una notificación del costo del mensaje (US$0.28).
- No hay ninguna indicación sobre cómo cancelar la suscripción.
- Incluso al enviar el mensaje “SALIR TODO” al 6060 (que supuestamente así se cancela), los mensajes siguen llegando.
El problema con el punto “a” es que el usuario/a cree que esa cantidad se cobrará únicamente si él o ella, en pleno uso de sus facultades, envía ese código al número indicado. La realidad es que el mensaje de marras ya le fue cobrado. Los puntos “b” y “c” caen por su peso.
De esta práctica engañosa la gente se da cuenta hasta 40 días después, cuando le llega la factura mensual de su teléfono móvil pospago, con un cargo aproximado de US$ 8.40 adicional. Si, en cambio, el teléfono es de prepago, la gente tiene que adivinar o deducir la causa por la cual su saldo se le ha acabado misteriosamente.
A esta fecha, según me cuentan, la única manera de desactivar ese hurto descarado es llamando al proveedor del servicio telefónico, procedimiento que -dada la cantidad de denuncias vistas por internet- supongo que es el resultado de ciertas gestiones de la Defensoría del Consumidor.
Sin embargo, sea como sea, los de “Telecash” ya se quedaron con ese dinero mal habido y es difícil que lo devuelvan.
Supongamos que, por ínfima que sea, la cantidad mensual de gente nueva que -sin conocer del engaño- llama a ese programa sea de 1,000 personas. Eso quiere decir que la franquicia “Telecash” podría hurtar más de US$ 8,000 al mes, que serían US$ 96.000 al año, suponiendo en el mejor de los casos que todas esas personas hayan logrado desactivar a tiempo la mencionada estafa automática.
Pero como el programa tiene ya varios años en el aire, no solo aquí sino en varios países, la cifra sube. Y como no son sólo 1,000 nuevas personas las que caen mensualmente… ahí saque usted las cuentas.
Una cosa más: el consumidor/a estafado no tiene la culpa de ser objeto de este engaño, pues no se le informa a qué queda sujeto cuando llama. Los productores bien saben lo que hacen. Es con premeditación y alevosía.