Tan cierto como que la época está en los sonidos es que fueron tres los grandes referentes de teclados de la música de los 70's: el sintetizador Moog, el piano Fender Rhodes (y su competencia un tanto más metálica y dura, el Wurlitzer) y el órgano Hammond. Yo todavía lamento que en mi grupo musical de aquella lejana infancia y adolescencia nunca tuviéramos cualquiera de esos, que eran tocados a hurtadillas cuando nos los encontrábamos en algún festival de conjuntos musicales colegiales por aquí o por allá, todo por los alcances sonoros de aquellos instrumentos, su textura, sus posibilidades interpretativas e incluso su peso (el Rhodes pesaba como un armario con cadáver dentro).
De entre las piezas clásicas que los utilizaron, puedo mencionar tres de mi preferencia: el solo de Moog en "From the beginning", de Emerson, Lake & Palmer; los primeros compases y cortinas del Rhodes (con su efecto de vibrato estéreo claramente perceptible entre el primero y el segundo verso de la letra) en "Only yesterday", de los Carpenters; y por supuesto el perenne y versátil acompañamiento (con un eco de "Air on a G string, de Bach", y el efecto de "leslie" rotatorio incluido) de "A whiter shade of pale", de Procol Harum.
Sin desmedro del cariño que por mi guitarra he sentido en mi vida, es al recordar y escuchar estos tres aparatitos la única ocasión en que asoma una ligerísima envidia por que el piano no sea mi instrumento "nativo".
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