La labor de dirección coral no me es ajena desde hace 30 años y ocasionalmente la he ejercido de manera oficiosa en diferentes ámbitos.
A raíz de una colaboración interinstitucional, Juan Carlos Berríos (del Centro Cultural Universitario de la UCA), me invitó a preparar unos cuantos cantos corales con los chicos y chicas del Colegio Externado de San José, para el Concierto de Villancicos del 9 de diciembre.
Elegí tres canciones: dos de ellas (“Navidad”, de José Luis Perales y “Ven a mi casa esta Navidad”, de Luis Aguilé), porque enfatizan en valores y actitudes de eso que se conoce como “el espíritu navideño” yendo más a la solidaridad y el fortalecimiento de lazos familiares o fraternales, antes que al excesivo consumismo y ruidos estridentes; mientras que la tercera (“Mi burrito sabanero”, de Hugo Blanco) por evocar el sentido de la fiesta y también del candor infantil.
Aparte, teníamos que preparar “Mundo feliz”, de Händel, para cantarla con todos los demás participantes en el evento, que eran los coros Universitario UCA, del maestro Juan Carlos Berríos; Renacer, del maestro Ángel Rivas; y Vocalis Novum, del maestro Julio García.
Estas tres piezas y media que preparamos durante siete ensayos de dos horas cada uno me generaron muchas expectativas, temores y nervios, especialmente por el nivel de exigencia del evento; pero una vez concluimos nuestra actuación en el escenario, lo que de esa experiencia emana son agradabilísimos recuerdos, ecos armónicos y una sonrisa de esas que llaman "de oreja a oreja".
Creo que así se me ve en esta foto.
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