martes, 3 de febrero de 2015

Tres preguntas para Juan Valiente

Juan Valiente
Candidato a diputado de Arena
por el departamento La Libertad,
periodo 2015-2018.
En línea.

Estimado candidato:

Reciba un atento saludo.

Aunque no lo conozco personalmente, tengo cierta impresión de usted a partir de los artículos que publica en El Diario de Hoy. También sé de su excelente perfil profesional y he escuchado buenos comentarios sobre sus cualidades personales, por parte de gente que lo conoció en la década de los setenta. Y aunque no viene al caso, por cuanto usted aspira a un cargo público en el marco de un estado laico, percibo como sincera su devoción cristiana que le impulsa a ser un hombre de bien.

Su candidatura me plantea, no obstante, un serio dilema.

Por una parte, veo a un profesional capaz con deseos de aportar al país, de ideología de derecha pero moderada y razonable, con quien no concuerdo en varios puntos pero que sin ninguna duda preferiría me representase en la Asamblea Legislativa en vez de otros políticos de perfil tradicional (entiéndase: demagogos, fanáticos, serviles y deshonestos).

En contraparte -y he aquí el problema- está el instituto político bajo cuya bandera usted se postula. Por historia personal, jamás podría votar el partido fundado por personajes sobre quienes pesan fundamentados señalamientos de violaciones a los derechos humanos y represión ilegal. Por creencias, nunca le daría el voto a un partido cuyo discurso de discriminación, intolerancia y negación de derechos sigue patente. Y si consideramos a las figuras políticas históricas y emblemáticas… mejor ni pensarlo.

No obstante lo anterior, la elección 2015 presenta la novedad del voto cruzado y por rostro, y en el ejercicio de esta posibilidad está el quid del asunto. Si acaso votara por usted, podría hacerlo sin marcar la nefasta bandera de Arena. Sería, eso sí, una fracción de mi voto repartido otros candidatos/as, muy probablemente del FMLN y el CD, pero en todo caso también una marca a su favor. Créame cuando le digo que no lo tengo decidido todavía.

Así pues, para discernir mejor voy a hacerle algunas preguntas que espero tenga a bien responder. Aclaro que no he leído todas sus entrevistas y declaraciones; por lo tanto, no sé si ya las contestó y espero sepa comprender si suenan repetitivas. Son muy simbólicas, dos concretas y una hipotética. Las considero decisivas porque de detalles aparentemente pequeños uno puede sacar sus conclusiones sobre qué esperar de las personas.

Aquí van.

1. ¿Canta usted el himno de Arena en las ceremonias del partido y mítines de campaña?

Si su respuesta es afirmativa, ¿lo canta todo o sólo partes? ¿Qué siente cuando dice “El Salvador será la tumba donde los rojos terminarán”?

Si su respuesta es negativa, ¿qué hace y qué siente al ver que toda la gente a su alrededor grita esas palabras?

2. ¿Rinde homenaje, culto o pleitesía al mayor Roberto D’aubuisson, fundador de Arena?

Si su respuesta es afirmativa, ¿cómo concilia esa actitud con el informe de la Comisión de la Verdad, documento “de lectura obligatoria para todos los salvadoreños”, en palabras suyas publicadas en el artículo Monseñor Romero y Arena, del 25 de marzo de 2014?

Si su respuesta es negativa, ¿cómo se siente al estar rodeado de personas que veneran y defienden ciegamente a su “máximo líder”?

3. Recientemente la Asamblea Legislativa aprobó un indulto para Guadalupe Vásquez, una de “Las 17”, condenada por homicidio agravado en contra de su hijo. La Corte Suprema de Justicia dictaminó que procedía la gracia porque tuvo dudas razonables sobre el debido proceso.

¿Usted hubiera votado a favor del indulto, en contra o abstención? ¿Cómo razonaría su voto?

Le agradezco su atención a la presente.

Atentamente,

Rafael Francisco Góchez
Docente, escritor y músico.


1 comentario:

Juan Valiente dijo...

1. ¿Canta usted el himno de Arena en las ceremonias del partido y mítines de campaña?

Sí canto el himno del partido y completo. Por supuesto que muchas de sus partes (especialmente la de la tumba de los rojos) responden a la cultura de enfrentamiento armado y de lucha a muerte de la guerra civil. En ella ambos contendientes querían la muerte del contrario. Si escuchas con detenimiento el himno del FMLN, también contiene alegorías a la muerte del enemigo.

Para mí cantarlo significa mi adhesión y afiliación a ARENA como partido político que defiende las libertades. En la coyuntura actual solo ARENA tuvo la valentía de abrir sus puertas a la sociedad civil para permitir que llegáramos personas diferentes a las candidaturas. Ojalá en el futuro las fuerzas políticas continuemos renovándonos y permitiendo que nuestros símbolos respondan más al futuro que esperamos que al pasado del que venimos.

2. ¿Rinde homenaje, culto o pleitesía al mayor Roberto D’aubuisson, fundador de Arena?

Lo reconozco como líder y fundador del partido. No me enorgullece que lo involucre el Informe de la Comisión de la Verdad en el asesinato de Monseñor Romero.

Sin embargo, gracias al Mayor también hay paz en el país. Los Acuerdos de Paz no hubieran sido posibles sin el apoyo decidido del Mayor y de todos los miembros de la cúpula del partido. Y han sido precisamente estos acuerdos los que han permitido que el país llegue a la situación de democracia actual.

Encuentro en algunas ideas del Mayor inspiración para el servicio. Poner al país de primero es un mensaje de renovación que necesitamos. No buscar elogios por el servicio también. Descubrir que es mejor dar que recibir y que nuestro único juez sea el Señor también. Como ves el estudio de la personalidad del Mayor D'Abuisson requiere de mayor profundidad.

3. Recientemente la Asamblea Legislativa aprobó un indulto para Guadalupe Vásquez, una de “Las 17”, condenada por homicidio agravado en contra de su hijo. La Corte Suprema de Justicia dictaminó que procedía la gracia porque tuvo dudas razonables sobre el debido proceso.

No he tenido tiempo de conseguir y leer la documentación del caso. En principio lo que puedo decirte es que tal decisión se basa en una recomendación de la CSJ, aunque diputados de ARENA han reclamada fraude procesal en la decisión de la comisión legislativa. La CSJ es la que debe responder por la debida aplicación de la justicia. Que Florentín Meléndez (admirado miembro de la Sala de lo Constitucional) haya sido uno de los firmantes de dicha recomendación me hubiera llamado a darla la debida atención al caso. No sé cómo hubiera decidido votar, pero mi oposición al aborto no me ciega en mi lucha contra la injusticia.