sábado, 27 de octubre de 2007

Hechos fijos entre opciones móviles

MONOMANÍA TELEFÓNICA II



En esto de elegir entre compañías de telefonía móvil, algo obsesivo ha ocurrido en las últimas semanas, pues inmerso entre toneladas de logotipos y ofertas de aquí y allá, me resulta un tanto difícil tomar la decisión correcta en aras de optimizar el presupuesto, sin dejarme llevar por esos auténticos cantos de sirena con que nos pretenden seducir los publicistas.

He llegado a sentirme como Lenny, el protagonista "Memento", lleno de papeles y anotaciones cuyo sentido puede cambiar en cada nuevo y fugaz episodio de la memoria a corto plazo. Así pues, para evitar tatuarme las conclusiones de esta ya dilatada exploración, he considerado oportuno dejar aquí constancia de ellas, no tanto para ayudar a terceros como para recordármelas a mí mismo, ahorrarme repetitivos debates internos y evitar un colapso mental.

Hecho #1:
No se puede tener un celular por menos de $10 mensuales.

Una evidencia, toda vez tengamos el cuidado de leer la letra pequeña. Un teléfono de pre-pago tampoco es más barato, pues la única recarga que lo deja habilitado por treinta días es, precisamente, la de diez dólares (de otra forma, no se tiene un celular realmente activo, sino sólo medio teléfono para recibir llamadas). Aún hay algunos funcionando con planes menores a esta cantidad, pero todas las compañías han retirado ya esa opción de su comercialización y no es posible renovarlos en esas condiciones, por lo que más temprano que tarde el usuario se verá obligado a adquirir un plan con las tarifas actuales, debido a la caducidad o fallecimiento del aparato.

Hecho #2:
Lo único que el usuario puede gestionar es "cómo hablar más", pero nunca "cómo pagar menos".

Así es, consumidores: todos los cálculos, hipótesis y proyecciones posibles sólo apuntan a la posibilidad de "sacarle más jugo" a la cuota que se paga (especialmente si se elige la misma compañía con que están la mayoría de nuestro círculo de amigos). Evidentemente, un mal plan puede hacer que el gasto suba más de la cuenta, pero el límite bajo es inamovible.

Hecho #3:
Llamar desde un celular de pre-pago ("de tarjeta") es más caro que hacerlo desde un celular de post-pago ("de línea").

El costo por minuto en la modalidad pre-pago casi duplica a los de post-pago. La única excepción parece ser un nuevo plan de nueve centavos el minuto, pero aplicable únicamente en llamadas a móviles de la misma compañía. Admitamos que esto podría ser ventajoso en circunstancias muy específicas y determinadas, salvo que el usuario cometa el error de llamar a un teléfono de otra compañía (que no siempre puede saberlo anticipadamente), encontrándose con la desagradable sorpresa de una cuota altísima, como para compensar la oferta anterior.

Hecho #4:
Sólo conviene pedir cobro al segundo exacto si uno acostumbra hacer llamadas cortísimas.

Hice una tabla comparativa entre el valor real de una llamada, a partir de los veinte centavos por minuto redondeado contra los veintitrés centavos por minuto en la modalidad de cobro al segundo, variando en cinco segundos su duración. Según esto, la probabilidad de que una llamada cobrada al segundo exacto salga más barata que una cobrada al minuto redondeado es la siguiente, según la duración:
100% probabilidad -> si dura de 1 a 50 seg.
80% probabilidad -> si dura de 50 a 100 seg.
50% probabilidad -> si dura de 1:40 a 3:00 min.
42% probabilidad -> si dura de 3 a 4 min.
30% probabilidad -> si dura de 4 a 5 min.
17% probabilidad -> si dura de 5 a 6 min.

Hecho #5:
El "seguro" del teléfono en planes post-pago es, en realidad, una venta a plazos y con intereses.

Hagan la cuenta y verán: dieciocho cuotas de tres dólares, más la activación, suman sesenta y cuatro dólares por el teléfono "gratis" que proporcionaron con ese plan. Sin seguro, sustituir uno cuesta alrededor de veinticinco dólares.

De todo lo dicho anteriormente, sólo espero que mis gastos mensuales en este rubro vuelvan a estar en un nivel austero y, sobre todo, que el proyectado ahorro no sirva para costear en mí ningún tratamiento derivado de esta monomanía.