En relación con mis publicaciones en redes sociales (Facebook, Twitter, Blogger, Google+ y demás), yo, Rafael Francisco Góchez, docente, escritor y músico, de generales conocidas y residente en la República de El Salvador, deseo expresar lo siguiente:
Yo no soy todo lo que escribo en la web, pero eso que escribo viene de lo que soy.
Mis espacios virtuales están abiertos a quien quiera visitarlos voluntariamente con fines lícitos.
Lo que publico lo hago desde la honestidad intelectual. Si en ocasiones me equivoco, no es con mala intención y estoy dispuesto a reconocerlo frente a argumentos válidos.
Procuro expresarme con lenguaje apropiado, sin injurias y con la máxima claridad posible, tratando de fundamentar lo que digo pero consciente de que hay otras formas de pensar distintas a la mía.
Me gusta comentar y que me comenten, toda vez haya respeto de por medio; no obstante, considero odiosa la práctica de invadir muros o cabezas ajenos, pretendiendo conquistarlos, pues una cosa es el sano debate y otra muy distinta el acoso proselitista de cualquier índole.
Hago uso responsable de mi libertad de expresión. Tengo ese privilegio gracias a las luchas y aportes de muchos/as librepensadores a lo largo de la historia. Gracias a ellos/as, puedo administrar ese derecho.
Sé que al actuar de esta manera quedo expuesto a la crítica y también a cierto escrutinio, así como a otros riesgos inherentes (como tergiversaciones, lecturas superficiales, etiquetas, citas fuera de contexto, etc.). Sin embargo, la opción del silencio autoimpuesto no me parece consecuente con mis principios.
Lo que, en definitiva, no puedo controlar es la manera -a veces muy subjetiva o demasiado susceptible- en que las demás personas van a entender, sentir, interpretar o reaccionar ante mis publicaciones.
Si leer algo con lo que no está de acuerdo -aun cuando esté expresado apropiadamente- constituye para usted un irrespeto, le invito a que revise los conceptos de fanatismo e intolerancia y vea si le aplican.
Si, pese a lo dicho anteriormente, le desagradan o incomodan mis ideas, mi estilo o yo mismo, le recomiendo -sin ningún tipo de resentimiento- que no me lea, que se abstenga de ingresar a mis sitios o, si ya me tiene añadido, que haga uso del “ocultar publicación”, “mute”, “unfriend”, “unfollow” o cualesquiera recursos que ofrece la web para evitarle tales incomodidades.
Le agradeceré mucho que tome en consideración la presente.
Atentamente,
RFG
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